Leyenda de un Zuiano con su carro

987402945_83e9ac485b_oUna noche tormentosa y muy oscura, iba un Zuiano con su carro traspasando los límites de Zuia por el Alto de Aiurdin y adentrándose en tierras de Zigoitia por Zaitegi y Olano.­
Su intención era cargar un carro de leña perteneciente a esos pueblos del municipio vecino y emprender rápidamente el regreso antes de que amaneciese y fuese sorprendido por ningún vecino.
Satisfecho por la rapidez con la que cargó su carro, al emprender su regreso, de pronto e inesperadamente, desaparecieron los nubarrones de la tormenta y apareció la luna con toda su brillantez, inundando el monte de semejante claridad que podía percibirse hasta el último detalle.
El Zuiano, al verse sorprendido por semejante claridad y temeroso de que pudieran verle se dirigió a la luna con muy mal talante y le gritó una serie de insultos e improperios, diciéndole que hasta ese momento era la única que le había visto cargar el carro.
La luna muy enfadada bajó y con uno de sus cuernos cogió al zuiano, sus bueyes y su carro y se los llevó.
Se dice que en los días tormentosos se dejan oír los lamentos del Zuiano.